Parece muy simple. Si el asegurado fallece, quien él determina cobra. También, como coberturas complementarias, existe la incapacidad Pemantente Total y la Invalidez Permanente Absoluta.
En función de la profesión de cada asegurado puede ser más interesante una que otra.
Realmente, no es tan simple. A menudo el beneficiario está determinado de forma incorrecta, no coherente con otros documentos o bien de un modo que fiscalmente no es el más favorable.
Igualmente pasa con las incapacidad/invalidez. El tratamiento fiscal de la misma es básico para que finalmente se perciban las cantidades adecuadas.
Nuestra labor aquí es asesorarle de la mejor forma para que, en caso de uso de la póliza, no hayan inconvenientes fiscales ni jurídicos, de forma que la situación de sus seres queridos, al menos en la parte económica, quede lo mejor solucionada posible.