Ser administrador o directivo/apoderado en nuestro país es fuente de innumerables posibles responsabilidades. Pese a la ilusión por emprender que se debería inculcar en la sociedad para generar oportunidades de crecimiento como país, la realidad es que el legislador amplía cada vez más las responsabilidades civiles e incluso penales en las que puede incurrir un administrador o empleado con responsabilidad.
Prueba de ello es la aprobación el año pasado de la nueva ley de capitales que amplía cada vez más las eventuales responsabilidades del administrador.
Por todo lo anterior, es vital hoy en día, que los administradores y personal responsable o apoderado tenga su póliza de responsabilidad Civil. En este ámbito en particular ( también en el resto del ramo de Responsabilidad Civil ), el número de reclamaciones va en aumento año tras año y vamos camino de otros países, donde las reclamaciones son altamente frecuentes.